El catalizador o convertidor catalítico es un elemento que se localiza entre el tubo de escape y el silenciador del vehículo y su función es reducir las emisiones de gases. Por lo general, son tan longevos como lo sea el coche, pero siempre pueden aparecer desperfectos; es algo de lo que ningún automóvil está exento aun recibiendo cuidados. Si continua conduciendo estando averiado el catalizador, estaría incurriendo en un acto punible por contaminación del medio ambiente.
Un catalizador averiado puede presentar varios síntomas. Lo primero en hacerse notar es la falta de potencia del motor, como por ejemplo que no pueda acelerar bien y la velocidad máxima no rinda correctamente. Adicional, las emisiones de gases aumentan en gran medida, se dificulta el encendido del coche, se escuchan ruidos, entre otras manifestaciones de desperfectos. Y cuando llega al punto de que se ilumina el indicador del motor en el tablero, suele ser muy tarde para lograr una reparación efectiva del elemento en cuestión.
Si desea saber si se trata o no del catalizador antes de ir con un profesional, hay una prueba muy sencilla que le puede ayudar. Eleve el coche con un gato (o una plataforma si dispone de alguna) y golpee la pieza, si escucha un sonido metálico es muy probable que las laminillas en su interior estén partidas y tendría que reemplazarlo por completo; mientras que si no percibe nada, con una limpieza podría bastar.
Posibles fallas y cómo solucionarlas
Ordenador indica fallas: al cambiar el catalizador es común que la sonda lambda y el ordenador del vehículo se confundan a causa de que ya no tienen los mismos valores de antes. Con frecuencia es un problema que se soluciona solo después de unos minutos circulando, cuando ya se hayan adaptado y registren el nuevo elemento; de no ser así, pruebe las conexiones de los sensores y si continúan las fallas, acuda al taller para que le practiquen un diagnóstico con un aparato de lectura.
Charcos de agua debajo del vehículo: en los meses fríos con frecuencia se consigue agua en el tubo de escape por la condensación. Si el charco es grande y parece ser del catalizador, es probable que su conexión no esté bien ajustada y para solucionarlo, apriete los tornillos de la pieza y revise los demás.
Empeora la potencia del motor: si la potencia disminuye es posible que las sondas no estén recibiendo los valores correctos. Si no se arregla al rato de circular, quizás las sondas no toleraron el cambio, o quizás sí lo hicieron, pero debe resetear el ordenador para que se adapte a la modificación, en cuyo caso, tendría que acudir al taller para resolverlo.
Llega un momento en el que entre tantas averías ya no se le tiene ni estima al automóvil; hay casos en los que pasa más tiempo en el taller que operativos. En consecuencia, no es de extrañar que el dueño se sienta harto de ello. En cochesparadesguace podría encontrar la solución si se decide por su paz mental y no seguir invirtiendo en un vehículo en decadencia; solicite una cotización sin compromiso y termine con sus preocupaciones.